sábado, 3 de abril de 2010

El olor del dinero

Si disponeis de ochenta euros y no sabeis que hacer con ellos ( no es mi caso) tengo una sugerencia para que hagais una inversión numismatica. Y es que se han puesto en circulación, para coleccionistas, una acuñación excepcional, a la que podríamos llamar con toda propiedad "el marihuano". Se trata de una moneda de 100 Francos CFA, la divisa .de la República de Benin. Este pais africano, comenzó a acuñar hace algún tiempo, una colección de monedas teniendo como motivo "Famous plant of the world" o sea plantas famosas del mundo y esta vez le ha tocado al cañamo.


Está hecha en plata de novencientas veinticinco milesimas, pesa veinticinco gramos y tiene un diametro de 38,6 milimetros y una caracteristica muy especial, tiene aroma de marihuana. Como lo oís, huele a hierba por que unos químicos han conseguido impregnar la moneda con diversos aromas que en su conjunto pueden ser identificados como el olor a marihuana. Cualquiera en su sano juicio no acabaría de entender como un pais como Benin, subdesarrollado, tercermundista, un estado que todavía esta pagando las consecuencias demográficas del comercio de esclavos, puede permitirse un lujo como este, mientras su población pasa por hambrunas, plagas y cualquier clase de lacra que pueda sufrir un pueblo que ha padecido todas las formas del colonialismo más indecente.

Todo esto no dejaría de ser una anecdota más dentro de la larga historia del cáñamo, si al mismo tiempo en Malasia dos personas no hubieran sido sido condenadas a muerte por la posesión de novecientos gramos de marihuana. Hace unos días, un tribunal malayo sentenció a dos ciudadanos tailandeses a muerte por tráfico de marihuana. Kairil Anuar Abdul Rahman, 34, y Afendi Adam, 28, que fueron detenidos por la policía por traficar con algo más de 900 gramos de marihuana . Los dos, un empleado de restaurante y un pintor, respectivamente, fueron arrestados en marzo de 2002 por vender 971 gramos de marihuana. El comisionado judicial Ridwan Ibrahim dijo que el tribunal no tenía más opción que confirmar las penas de muerte después que el jurado declararan culpables a los hombres. Los dos han recurrido sus condenas y esperamos que la razón se imponga ante la barbarie de una leyes que no dejan de sorprender., pues son con diferencia mucho más dañinas que el mal que supuestamente pretenden evitar.