El cáñamo fue moneda de curso legal en la mayoría de las Américas desde 1631 hasta principios de 1800. ¿Por qué? Pues para animar a los granjeros americanos a cultivar más. En América, durante más de doscientos años, los impuestos podían pagarse con cáñamo. Incluso se llegaba a encarcelar a aquellas personas que se negaban a cultivar el cáñamo durante los períodos de escasez, por ejemplo en Virginia, entre 1763 y 1767.

George Washington y Thomas Jefferson cultivaron cannabis en sus plantaciones. Jefferson, se gastaba muchísimo dinero, e incluso corrió grandes riesgos, tanto él como sus

agentes secretos, para conseguir buenos

cañamones, que llegaban ilegalmente a Turquía desde China. Los gobernantes chinos, los mandarines, valoraban tanto sus semillas de cáñamo que llegaron a considerar su exportación merecedora de la pena de muerte.

Las primeras, segundas o terceras medicinas más recetadas en EE.UU. desde 1842 hasta 1890 se elaboraban con diversos extractos de marihuana y hachís. La utilización legal de la marihuana con fines medicinales continuó durante todo 1930 e incluso desempeñó un papel muy importante en medicinas veterinarias. Los medicamentos elaborados con extracto de cannabis fueron producidos por Eli Lilly, Parke-Davis, Tildens, Smith Brothers, Squibb y otras muchas compañías y boticarios europeos y americanos. Durante todo este tiempo no se contabilizó ni una sola muerte producida por el consumo de dichos medicamentos, ni mucho menos ocasionó trastornos mentales. Sólo aparecieron efectos secundarios, desorientación e introversión, en aquellas personas que los utilizaban por primera vez o no sabían como hacerlo.

La razón principal de la Guerra de 1812 entre América y Gran Bretaña, fue el acceso al cáñamo ruso. La razón principal por la que Napoleón, aliado de Estados Unidos, y sus aliados continentales invadieron Rusia en 1812 fue precisamente por esta variedad de cáñamo.

Fuente: isinoff.com