lunes, 21 de junio de 2010

Salir de la clandestinidad


Muy a pesar mío tengo abandonado el blog, pero no por eso dejo de mantenerme informado de todas las movidas que sobre la marihuana se traen entre manos los cuerpos y fuerzas de seguridad de ese estado que nos pide con cara compungida que nos apretemos ese cinturon al que ya no le quedan agujeros en el afortunado caso de que todavía te quede cinturón. Lo último que me ha puesto los pelos como escarpías y un cabreo del quince ha sido la persecución que estan sufriendo en los últimos días, los cultivadores de cánnabis de Zaragoza.




Muy ufana, la prensa estira sus orejas de hiena para regodearse de como tres personas, de 27, 28 y 33 años, han sido detenidas en Zaragoza en el intervalo de tan solo dos días por cultivar marihuana en sus casas, uno en la terraza de su vivienda y los otros dos en un trastero, tras las llamadas anónimas de varios vecinos. El Cuerpo Nacional de Policía ha hecho un llamamiento a la sociedad, para que esté alerta ante este tipo de hechos, que constituyen un delito (inmensa mentira, según la reciente jurisprudencia), y recomiendan que se llame al 091 ante la más mínima sospecha. Chivatazos anónimos, en el más puro estilo de la Gestapo o de la Inquisición.

¿Y que hacer? Por que todos hemos oído aquello de que la libertad de uno empìeza donde acaba la de su vecino pero visto lo visto la libertad del cultivador de cánnabis puede acabar en comisaría. Y eso no puede ser bueno se mire como se mire. Por eso se me plantean dos alternativas. Puedo cultivar de tapadillo y rezar por que algún vecino fisgón no le de por dar el parte o por el contrario, apuntarme a una asociación cánnabica y declarar que soy consumidor, cultivador y que por favor dejen de tocarme lo que no suena.

Lo que tengo muy claro que ni la represión, ni los vecinos dedicados a hacer de comisarios políticos de la policía van a conseguir que deje de cultivar. Y menos ahora que tengo un pedazo de pack de cultivo y unas hermosas plantas para mi consumo personal. Por que ya estaba harto de que todos mis camellos tuvieran mejor coche que yo y de fumar cualquier porquería. Por que estoy ya cansado de ir por callejones oscuros y tratar con gentes que no saben vocalizar. Por eso he decidido buscar una asociación que me de cobertura y un abogado por si se presentan los arrojados funcionarios armados. Aquí los espero. ¿Que vais a hacer vosotros? ¿Plantamos y nos organizamos o seguimos dejando que nos pisen los camellos y la policía?


"De la piel para dentro mando yo" por Mil Dolores Pequeños