La reciente visita de la secretaria de estado estadounidense, Hillary Clinton a Méjico ha servido para que cualquier observador imparcial compruebe que con Obama o sin él, Estados Unidos sigue tratando a su vecino del sur como a un felpudo . Por que despues del esfuerzo que parece que ser, ha hecho el gobierno de Felipe Calderón dandole un poder absoluto en materia de narcotráfico al ejercito mejicano, solo con el fin de complacer al vecino del norte, seguramente no esperaban el golpe que recibieron previamente al viaje de la señora Clinton.



En un informe del 27 de febrero, el Departamento de Estado publicó, por medio del Buró de Asuntos Internacionales vinculados al Narcotráfico y la Aplicación de la Ley, el informe anual de los resultados de la estrategia internacional de control al narcotráfico donde felicitaban al gobierno mejicano por su lucha contra el crimen organizado y el narcotráfico para acto seguido recortarles de 450 a 300 millones de dolares el paquete de colaboración contra narcóticos acordado con el gobierno mejicano en virtud de la Iniciativa Mérida. Para acabarlo de arreglar, un alto funcionario del Departamento de Estado declaró que el fenómeno de la droga en México generaba un alto grado de corrupción, lavado de dinero, hacinamiento en prisiones, problemas en la frontera y una oleada de violencia sin precedentes.

Naturalmente al gobierno mejicano no le hicieron mucha gracia estos comentarios y mucho menos el recorte de fondos. El presidente Calderón, el Secretario de Gobernación y la Secretaria de Relaciones Exteriores manifestaron su descontento por los comentarios expresados por parte de los funcionarios estadounidenses y demandaron que la corrupción fuese combatida no sólo en México, sino en Estados Unidos también. Calderón arremetió contra las autoridades estadounidenses, al señalar que en el vecino país existe corrupción también, de lo contrario la droga no cruzaría la frontera tan fácilmente. Del mismo modo, aseguró que su gobierno ha sido el primero en enfrentar decididamente el narcotráfico y que México no tendría los niveles actuales de violencia si no fuera porque Estados Unidos mantiene un alto grado de consumo de drogas.

Ademas han venido a decir que no ven muy claro que en Méjico la marihuana esté siendo rociada con pesticidas químicos enviados por laboratorios americanos y sin embargo, en Estados Unidos se este vendiendo cánnabis en catorce estados, aunque sea con fines compasivos, más que nada por que en Méjico son 18.000 muertos en tres años, atribuídos al crimen organizado y esto tambien debería causar compasión . Naturalmente nadie más compasiva que Hillary Clinton pues ante las protestas del gobierno mejicano, ha ofrecido 80 millones de dolares para financiar la compra (a Estados Unidos, evidentemente) de helicopteros Black Hawk con que dotar a la polícia mejicana. Resulta llamativo este "generoso" gesto cuando anteriormente habían recortado las ayudas de la Iniciativa Mérida. ¿Será por que una de las condiciones de esta iniciativa era que no podía incluirse armamento en estas ayudas?Y es que ya lo dicen por allí, "Pobre Méjico, tan lejos de Dios, tan cerca de los Estados Unidos".