Nadie lo hubiera dicho hace unos años, cuando la marihuana desembarcó en Hollywood, pero las peliculas con un guión basicamente apoyado en el consumo de cánnabis,se han han acabado conviertiendo en un género muy prolífico Las películas de fumetas o "stoned movies" han llegado a ser tan numerosas que intentar resumirlas en un post se hace imposible.


No se trata de películas que hagan un guiño al consumo de marihuana como por ejemplo hace Woody Allen en su patético intento de impresionar a Diane Keaton en "Annie Hall" fumandose un porro o a Harpo Marx aspirando con fruición una cuerda de cañamo en "Sopa de ganso",sino de películas donde su argumento se hace incomprensible sin la presencia de marihuana, hachis, bongs y actores poniendo cara de colgados. La marihuana suele ser una excusa perfecta para crear situaciones hilarantes y la industria del cine ha sabido aprovecharse de todo esto produciendo autenticos éxitos de taquilla. Un verdadero matrimonio de conveniencia.

Aunque no siempre ha sido así. Durante los años treinta, en plena campaña contra el cannabis se produjeron unos cuantos pseudocumentales como "Marihuana, la hierba del diablo" o "La amenaza de la marihuana" dramátizando las consecuencias del consumo de cáñamo. El influenciable público norteamericano, en ese momento golpeado por la Gran Depresión de los treinta, caía en una trampa: el cine exploitation. Sacando provecho de los temas tabú de la época, esta especie de películas pretendía dar mensajes moralizantes mediante la complacida dramatización de los “senderos del mal”. Alcoholismo, drogas, sexo y locura eran invocados con grandes letras en los carteles de las películas exploitation. Su estilo imitaba al documental, eran interpretadas por actores desconocidos y sus tramas concluían en finales trágicos pero cargados de moralina. Los expectadores podían salir algo aliviados. Podías no tener trabajo y estar endeudado hasta las cejas, pero por lo menos no eras un jodido drogadicto.

Durante la década de los cuarenta y cincuenta las referencias a la marihuana en el cine siguieron estando en la linea de presentarla como un peligro y tratarla desde una visión policial y represiva. Pero avanzados los sesenta, la industria del cine es consciente de que condenar el uso del cánnabis no sólo no era popular sino lo que es peor, no resultaba rentable.Los sesenta habían terminado con la inocencia general en materia de drogas, y la marihuana era familiar a muchísima más gente. Después de perseguirla arduamente durante décadas, la política antidrogas americana se relajó por un tiempo respecto a la hierba. Tanto fue así que hasta se podían hacer comedias con ella, vinculándola con la figura pacífica y atontada del hippy. Así en 1978 se produce“Up in Smoke”, una de las mejores comedias inspiradas por la hierba.Los responsables de “Up in Smoke” son los cómicos Cheech (Marin) y (Tommy) Chong. El primero interpreta a un latino bigotudo de Los Angeles, músico improvisado, aficionado a la hierba y las chicas. Chong es el hippy de por vida, siempre cerca de la empanada mental.

La marihuana tambien fue compañera inseparable de El Gran Lebowski, se la fumaban los moteros de Easy Rider, los jóvenes de Kids y los de Rolling Kansas, donde unos hippies encontraban un mapa que llevaba a una plantación gigantesca. En Dazed and Confused, se reflexionaba sobre porros y juventud. Buen rollito (How High) era una delirante comedia que mezclaba canutos y apariciones estilo Ghost, mientras que Medio flipado y Friday son sólo algunas de las muchas comedias juveniles relacionadas con el uso y abuso de porros. En España gustó bastante la británica El jardín de la alegría, donde una viuda encuentra sustento y consuelo en el tráfico y consumo de los cogollos que cosecha en su jardín. En un lugar destacado de la lista está Superfumados, donde Dale Denton (James Franco) está fumándose un porro en el lugar y el momento equivocados: delante de la ventana donde una policía (Rosie Perez) y un traficante (Gary Cole) cometen un asesinato. Presa del pánico, se va a buscar a su camello, Saul Silver (James Franco), con el que iniciará una huida llena de tiros, acción y mucha hierba.

Ya lo dije al principio sería imposible, ni tan siquiera hacer un repaso somero a tantas y tantas películas sobre el tema, pero no quisiera acabar este post sin hacer mención a dos "stoned movies" españolas "Bajarse al moro" y "Año Mariano", un par de comedias bastante irregulares pero honestas. Para acabar y si tuviera que elegir me quedaría con dos de los porros que encuentro más cinematográficos. Uno es el que se fuma Charlie Sheen en "Platoon" cuando aspira el humo del porro por la bocacha de su fusil M-16. El otro es el canuto que le pasan a Vicent Vega (John Travolta) en "Pulp Fiction", cuando este va a casa de su camello, para pillar material. Allí, entre calada y calada, se queda con cara de pasmado, mientras la chica del traficante, Jody (Rosanna Arquette), le cuenta muy graficamente para qué sirve un piercing en la lengua. Todo un "subidón".

BAJARSE AL MORO-FRAGMENTO