1- NO LIMPIES TU TEJADO. Deja que tu tejado coja una gruesa capa de mierda, este mantillo es ideal para el cultivo de la marihuana y evita la posibilidad de goteras. Puedes criar palomas con el objetivo de aumentar el abonado del mantillo u obligar a tu familia a deyeccionar a la antigua usanza encima del tejado.

2- ESCOGE UNA BUENA VARIEDAD DE SEMILLAS. De las semillas Sensee, Big Bear, Scan #4, Hawaiian, etc., a las semillas de col de Bruselas hay una gran diferencia.

3- EL TEJADO ES PELIGROSO. Y más peligroso cuanto más elevado. Puedes optar por un método seguro como atarte una cuerda a la antena de televisión o cavar una zanja alrededor de tu casa y llenarla de agua. Este último método es especialmente efectivo

4- PLANTA LAS SEMILLAS. No te las fumes, las semillas tienen la misma utilidad psicoactiva que un petardo de feria y un sonido parecido al estallar. En los meses de febrero a mayo. El método ideal es el transplante de cama caliente a mano (consiste en dejar crecer las plantitas en serrín y plantarlas uno mismo cuando aparecen las primeras hojas) pero sabemos que hay quien no tiene tanta paciencia y utiliza el arado y la siembra a voleo en su tejado. Aún no poseemos suficiente información sobre esta avanzada, y peligrosa, técnica. Sea como fuere tu marihuana no crecerá a menos que la plantes.

5- ESPERA A QUE CREZCA. Sé que es difícil, pero hay que esforzarse y esperar. De poco o nada sirven las plantas jóvenes. Aleja a tus amistades de las plantas mientras no crezcan. Y si das una fiesta y ves a alguien chupando un palo, desconfía y revisa tus macetas y tejado.

6- FUMA LA MARIHUANA. Cuando ésta esté madura y haya perdido la mayoría de sus hojas. La marihuana se fuma con (en compañía de) amigos/as, sóla o mezclada con tabaco y se recomienda no hacerlo delante de los padres o autoridades civiles por si pudieren generarse intolerancias al producto. La forma más común de fumar marihuana es el CANUTO o PORRO.

Fuente: jsilvestretb.wordpress.com