Causa cierta perplejidad,  con la que está cayendo en Afganistan, el hecho de que uno de los caros e inútiles  organismos burocráticos   de la ONU, la Oficina contra la Droga y el Delito, (UNODC) se haya atrevido a publicar recientemente un informe, más ampuloso que útil, en el que destaca que Afganistan se ha convertido en el mayor productor mundial de hachis.

La UNODC ha venido publicando durante años sus informes anuales sobre el opio afgano, pero ahora acaba de dar a conocer su primera encuesta en la historia sobre la cannabis y el hachís en ese país. En el informe tambien se señala el asombroso rendimiento de la cosecha de cánnabis afgano, en comparación con el anterior lider en producción de hachis, Marruecos, donde una hectárea produce cuarenta kilos de resina, mientras el suelo afgano puede llegar a producir ciento cuarenta y cinco kilos.Esto está haciendo que en algunos casos llegue a ser más rentable que el cultivo de opio, substancia de la que ya es el maximo productor mundial, lo cual a larga no deja de ser una buena noticia.

Si hechos como este, fuera la primera vez que suceden, se podría excusar como una consecuencia nefasta más de esa política obsesiva por parte de los Estados Unidos de ejercer de gendarme del mundo. Pero que una zona en conflicto, se convierta, en productora y exportadora de substancias controladas es algo que se repite con machacona insistencia. De la guerra de Vietnam, surgió el Triangulo de Oro, Thailandia, Laos y Birmania, donde se fomentó el cultivo de opio y el procesamiento de heroína por parte de la CIA. Durante la Revolución Sandinista en Nicaragua, otra vez la CIA en complicidad con el cartel de Medellin introdujeron toneladas de cocaína colombiana con la finalidad de financiar a la Contra nicaraguense. Y podíamos seguir ad infitum

Ante estos datos, cualquier malpensado podría llegar a la conclusión de que los estados están en absoluta y completa complicidad con el narcotráfico, cuando no son estos mismos estados los que utilizan este recurso en beneficio propio. Solo así se podría llegar a explicar que mantengan esta inutil guerra contra las drogas, que tanto daño y sufrimiento esta causando en el mundo. Por otro lado no se puede dejar de reconocer que el hachis afgano,una exquisitez dentro de los diferentes tipos de hachis,sería bien recibido en Europa donde el "costo" marroquí está empezando a escasear y su calidad podría ser superior ya que el producto afgano usa para su fabricación el método tradicional indio , frotando los cogollos entre las manos, rascando la resina de las palmas y formando el unas bolas, que luego se prensan para darles la forma adecuada. Pura delicia afgana.