El fin de la prohibición esta cerca. Y no es que me haya entrado el sindrome adivinatorio de Aramis Fuster o de cualquier otro nigromante mass-media. Que va. La razón que me ha hecho lanzar una expresión tan optimista, siendo martes,es el volumen de negocios que está empezando a mover el cáñamo a todos los niveles. Cerveza, ropa, el tradicional papel de cañamo, toda la parafernalia para su consumo. y cultivo...un inmenso negocio se empieza a crear alrededor del cánnabis.

Y en esta sociedad si algo es un buen negocio, tiene todos los puntos para crecer y consolidarse. Esto viene a cuento, por los avances que se estan haciendo en el campo de los productos relacionados en la construcción de viviendas sostenibles con prefabricados que tienen como materia prima la fibra del cañamo.Y es que aunque parezca mentira, la construcción de edificios es la responsable directa o indirectamente de un porcentaje altísimo de las emisiones de CO2 a la atmosfera.

Todo empieza con la fabricación de elementos de arcilla cocida, que es una de los materiales más utilizados en construcción. Pues bien, para fabricar dichos elementos con arcilla (tejas,ladrillos,etc.) necesitas cocerlos en un horno unas veinticuatro horas a una temperatura de entre 700º y 1000º grados centigrados, lo cual no parece lo más adecuado para combatir el efecto invernadero. Ninguno se esos problemas se presentan en la fabricación de bricks o ladrillos de cañamo. Usando cal hidraulica y maquinaría para compactar los ladrillos de fibra de cánnabis, se consigue un material para la edificación ecológico , totalmente reciclable y que no emite gases de efecto invernadero a nuestra maltratada atmosfera.

Una de las ventajas añadidas que tiene el ladrillo de cañamo es que al final de su periodo útil de vida, el resultado en emisiones de CO2 no es que sea cero, es que es negativo, es decir en su cultivo,producción, transporte y utilización la cantidad de carbono que emite es inferior al oxigeno producido por la planta del cañamo. Si a esto le unimos, que estos productos son reutilizables como abono, se convierte en un material construcctivo a tener en cuenta en el futuro. De todas maneras tengo que advertir a los que ya esteis mirando las paredes con ojos golosos que el cañamo que se utiliza para hacer estos ladrillos no contiene ni gota de TCH ni ningun tipo de alcaloide, con que no os hagais ilusiones, las casas todavía no se fuman.