martes, 15 de diciembre de 2009

Reparto legal de marihuana - Asociación Pannagh

La Asociación Pannagh reparte marihuana para aliviar los dolores de enfermos de fibromialgia, esclerosis múltiple o cáncer

El cannabis pelea por un espacio legal
En España existen plantaciones de marihuana con alarma conectada a la policía. Una docena de asociaciones cultiva para el autoconsumo tras buscar en los tribunales las rendijas de la ley.



Nada más pisar la asociación Pannagh te golpea el aroma empalagoso de la marihuana. En un armario se guardan bajo llave varias cajas que contienen diversas variedades: Critical Mass, White Widow, Medicine Man, New York Diesel, Aka 47. Al margen de ese detalle, el local es como el de todas las asociaciones: muebles viejos, folletos, algunos pósters y libros, en este caso sobre los efectos del cannabis, sus orígenes...
La sede de Pannagh (cannabis en sánscrito) está en el centro de Bilbao. Hoy es jueves, día de reparto entre los socios. A las 18.00, empiezan a llegar. El primero es Miguel Ángel, con sida y un reciente trasplante de hígado. Después aparece Javier, sin dolencia específica, consumidor porque sí. Y Unai, que fuma porros porque le gusta. Y Begoña, que viene a recoger lo que consume su marido, gravemente enfermo de cáncer... Ser socio cuesta 25 euros al año. Luego pagan el gramo a cuatro euros (alrededor de la mitad de lo que cuesta en el mercado negro). Unos se llevan una bolsita con cinco gramos. Otros, con 10. Como máximo pueden disponer de 40 gramos al mes.

"Entre los socios hay funcionarios, comerciales, muchos enfermos... En total, somos unos 150 socios activos", explica Martín Barriuso, presidente de Pannagh. Barriuso –43 años, delgado, activo–, habla por el móvil sin parar, por eso lleva un pinganillo en la oreja. Además de ser el responsable de Pannagh, es el presidente de la Federación de Asociaciones Cannábicas (FAC; www.fac.cc), que a su vez forma parte de La Coalición Europea por Políticas de Drogas Justas y Eficaces (ENCOD; www.encod.org). Barriuso es un militante de la causa procannabis, a la que lleva vinculado más de 15 años. La primera vez que hablamos me colgó el móvil apresuradamente. Unos guardias civiles le sorprendieron fumándose un porro. Barriuso es el administrativo de Pannagh. Él cultiva, cosecha, reparte, da la cara, habla con los socios... "Siempre tuve claro que algún día me daría de alta en la Seguridad Social cultivando marihuana", dice satisfecho.
Fuente: http://www.elpais.com/articulo/sociedad/cannabis/pelea/espacio/legal/elpepisoc/2008...