domingo, 6 de diciembre de 2009

Usos médicos del cannabis

Cannabinoides como posibles agentes antitumorales
¡Para que luego digan que fumar es contrapoducente! 
Echarle un vistazo a este artículo que hemos encontrado en el boletín electrónico de la Sociedad Española de Investigación sobre Cannabinoides



Durante los últimos años se ha demostrado que los cannabinoides son capaces de evitar o inducir la muerte de determinados tipos de células, dos caras de una misma moneda que podrían hacer de estos compuestos agentes citoprotectores o citostáticos, respectivamente. Dentro de sus propiedades citoprotectoras destaca sin duda la acción neuroprotectora, que hace de los cannabinoides potenciales agentes terapéuticos en el tratamiento de enfermedades neurodegenerativas. En este artículo se resume la investigación de nuestro laboratorio sobre el efecto antiproliferativo de los cannabinoides en células nerviosas transformadas, así como sus posibles repercusiones clínicas.


Hace aproximadamente cuatro años observamos que algunos cannabinoides como el THC y el WIN-55,212-2 inducían la muerte por apoptosis de células de glioma. Posteriormente inoculamos células de glioma intracerebralmente en ratas y subcutáneamente en ratones inmunodeficientes, y describimos en estos dos modelos la acción antitumoral de los cannabinoides aplicados localmente sobre gliomas in vivo. Es más, hemos demostrado que este efecto lo ejerce también el JWH-133, agonista selectivo de CB2 y por tanto carente de efectos psicoactivos, incluso sobre implantes de células tumorales procedentes de biopsias de gliomas humanos. 


Una cuestión que nos preocupó desde el principio fue averiguar si el tratamiento de los tumores con cannabinoides producía efectos secundarios no deseados. En este sentido observamos que el efecto antitumoral de los cannabinoides no implicaba una mera acción citotóxica generalizada, ya que la viabilidad de células nerviosas normales en cultivo e in vivo no se veía afectada. Los análisis por resonancia magnética nuclear revelaban que el tratamiento con cannabinoides no producía daño por necrosis, edema, infección, inflamación o trauma. Los parámetros hematológicos y la ganancia de peso fueron normales en los animales tratados. En suma, el tratamiento con cannabinoides parece ser seguro en las condiciones empleadas. Paralelamente a todo ello realizamos estudios para desvelar el mecanismo de la acción apoptótica de los cannabinoides sobre células de glioma. Ésta parece implicar la generación del segundo mensajero lipídico ceramida y la activación de una cascada de señalización intracelular, la de proteína quinasas activadas por mitógenos (ERK). Sabemos además que la situación in vivo es más compleja, y que los cannabinoides parecen bloquear el crecimiento tumoral no sólo induciendo directamente la muerte de células tumorales sino también inhibiendo la angiogénesis, esto es, el proceso de formación de vasos sanguíneos necesario para la correcta nutrición del tumor.

MECANISMOS DEL EFECTO ANTITUMORAL DE LOS CANNABINOIDES
Fuente: http://www.ucm.es/info/seic-web/libreriadediapositivas.htm

Los estudios comentados anteriormente sugieren que los cannabinoides podrían emplearse en el tratamiento experimental de gliomas. Sin embargo, se debe ser siempre muy cauto en la extrapolación de datos de animales a pacientes. La estadística dice claramente que la inmensa mayoría de los agentes antitumorales que se ensayan con éxito en animales no supera los ensayos clínicos. Y esto es especialmente cierto para los gliomas, que se encuentran dentro de los tumores más malignos. El tratamiento actual de los gliomas implica básicamente extirpación quirúrgica seguida de radioterapia, procedimientos por desgracia ineficaces o meramente paliativos que pueden alargar la vida del paciente de unos meses a uno o dos años en el mejor de los casos. En medio de este panorama tan desolador, hace aproximadamente un año y medio comenzamos a elaborar un protocolo de ensayo clínico promovido por Luis González Feria, jefe del Servicio de Neurocirugía del Hospital Universitario de La Laguna, encaminado a estudiar la posible eficacia del THC en el tratamiento de gliomas recidivados. Se trata de un ensayo clínico en fase I/II en el cual participarán en principio cinco pacientes con gliomas de gran tamaño que en su momento fueron intervenidos quirúrgicamente, irradiados y quimiotratados, es decir, enfermos terminales en los que ya han sido probadas otras terapias y a los que se les asigna una esperanza de vida de varios meses. Se extirpará quirúrgicamente tanta masa tumoral como sea posible, y en la cavidad de recesión se instalará un catéter conectado a un reservorio subcutáneo, en el cual se inoculará la solución de THC durante dos meses. 



Las variables básicas a determinar serán duración y calidad de vida y evolución del tamaño del tumor. Los protocolos a cumplir para pasar de estudios preclínicos a una fase clínica son bastante complejos. Tras aprobar la solicitud de emplear en nuestro país THC como producto en fase de investigación clínica, la Agencia Española del Medicamento dio luz verde al protocolo propiamente dicho en Noviembre de 2001. Posteriormente conseguimos de la División de Estupefacientes el permiso de importación de THC, y por último el gobierno alemán autorizó a la compañía “The Health Concept” a exportar THC para uso humano. Por fin el ensayo clínico acaba de comenzar, y el primer paciente ya ha sido operado y ha recibido las primeras dosis de THC con una tolerancia aparentemente buena. Somos conscientes de que curar un glioma es hoy en día imposible. Existen actualmente en marcha unos setenta ensayos clínicos sobre gliomas en el mundo, y en ellos se busca (como en el nuestro) una pequeña mejoría que abra la puerta a la esperanza de encontrar nuevas vías terapéuticas para combatir esta enfermedad tan devastadora. El tiempo nos dirá si los cannabinoides pueden contribuir a ello.






Manuel Guzmán (Departamento de Bioquímica y Biología Molecular I, Universidad Complutense de Madrid)